sábado, 1 de septiembre de 2018

GUERRA ENTRE NARCOTRAFICANTES PROVOCA CRISIS HUMANITARIA EN LA SIERRA DE GUERRERO


Jackie Pérez
Chilpancingo, Gro.- La guerra entre los grupos delictivos que imperan en la Sierra de Guerrero han provocado temor, pobreza preocupación entre la población. 
A casi tres años  que se declararon la guerra fuertemente  las bandas delictivas y se apoderaron de los municipios de Chichihualco y Tlacotepec, se ha venido dando una serie de enfrentamientos los cuales han  dejado  pueblos fantasmas.
Hoy el municipio de Gral.  Heliodoro Castillo  no cuenta con servicios de telefonía celular, ni fija, esta sin suministro de combustible, no hay circulación monetaria derivado de la falta de dinero en telégrafos, los productos de empresas trasnacionales  son escasos,  la siembra de amapola este año está a la baja ya que el precio bajo de 25 mil pesos a 10 mil pesos el kilo, y no hubo buen temporal, debido a la inseguridad los dueños de las parcelas no han ido a sembrar lo que provoca que haya escases de alimentos , la educación y la salud sin esperanza que brinde, ya que los doctores y maestros abandonaron el municipio, no hay trasporte público. Por su parte comunidades de Leonardo Bravo también se han visto afectadas ya que no hay trasporte público, no hay servicio médico ni educativo.
Los 62, 306 habitantes de la Sierra Guerrerense están en crisis humanitaria, ninguna de las autoridades u organismos de derechos Humanos se han preocupado por ellos, cientos de desplazados bajo amenazas y sin protección.
La guerra entre el narcotráfico acabo con la economía, el desarrollo, la paz  de sus habitantes, nadie se mueve sin que los “patrones “lo dictamine, cabe señalar que un sicario de alguno de los poblados gana un aproximado de $ 4200 pesos a la quincena arriesgando en regresar a  casa en una caja fúnebre.
Las autoridades municipales entraran al servicio de los mismos que hoy los tienen bajo el yugo, toda vez que no hay para cuando se frene esta guerra.
Ninguno de los grupos sede ante el  “paso de tregua “que mantiene por el momento el clero encabezado por el Obispo Salvador Rangel  Mendoza.
Los actores políticos de Guerrero están preocupados en repartir los huesos en el congreso local, municipios y en el gobierno federal, mientras que el gobierno estatal solo se mantiene a la expectativa.
Por su  parte el gobierno estatal no niega la presencia de las bandas delictivas, pero tampoco hay un plan estratégico para frenar  los actos delictivos que ya han avanzado a la capital del Estado.
Tal vez el caso Ayotzinapa deja más dinero que  cientos de familias secuestradas por y bandos con nombre y apellidos, con ficha delictiva.
La vida de los guerrerenses radicados en  municipios más golpeados por la delincuencia vale tres millones de pesos mensuales y el capricho de un Jefe de seguridad pública bipolar.
La legalización de la siembra de la amapola y la marihuana no resuelve  la problemática de inseguridad en el País, sino por el contrario solo beneficiara a los poderosos laboratorios que se convertirán en sus propios cultivadores.





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