DENUNCIA DE RECLUSOS DEL CERESO DE CHILPANCINGO

Chilpancingo, Gro. a 25 de agosto 2013
C. Ángel Heladio Aguirre Rivero
Gobernador del estado de Guerrero
C. Enrique Peña Nieto
Presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Por medio de la presente le solicito a usted de la manera más atenta se acerque al Cereso de Chilpancingo, ya que con la llegada del director Víctor René Adame Jiménez, los problemas existentes en este centro han empeorado. La delincuencia organizada que opera dentro del penal en días pasados ha golpeado a compañeros hasta ingresarlos a la enfermería muy graves e incluso a otros provocarles la muerte, a lo cual el director informa a sus familiares únicamente que se suicidan ahorcándose, mientras que la realidad es otra muy muy diferente.
Los que se encargan de dar las órdenes de a quién golpear son Jesús Benítez Serafín, Miguel Ángel Cabrera Ortiz, Alberto Fierro Piedra y otros apodados “El Muñeco”, “El Peineta” y “La Sombra”. Todos ellos andan con armas de alto poder (9 mm). Estas personas se encuentran en el penal por delitos federales, por eso le pedimos al sr. gobernado intervenga para que sean trasladados a los penales federales correspondientes, de alta seguridad y no permanezcan en un penal de baja seguridad como lo es este Cereso, en el cual con gran facilidad pueden hacer y deshacer a su antojo, poniendo en peligro las vidas de otros reclusos no peligrosos como yo, además de que en el momento que lo decidan se podrán fugar y seguir lastimando a la sociedad.
Cabe mencionar que estas personas nos han avisado que a partir del 6 de agosto tenemos que pagarles una cuota por trabajar en nuestros talleres y otra por utilizar los lavaderos para lavar nuestra ropa y si no lo pagamos estamos amenazados de ser golpeados y que si nos ponemos de necios podemos llegar hasta la muerte. El director está consciente de todo lo anterior y no hace absolutamente nada por evitarlo, incluso los protege y facilita el acceso de sus materiales.
Sin más por el momento, le envío un cordial saludo, agradeciendo de antemano su ayuda, en verdad aquí dentro ya no es un Centro de Readaptación, es el infierno y estamos muy muy preocupados por nuestras vidas y por la seguridad de nuestras familias cuando vienen a visitarnos.
Disculpe el anonimato, pero es por seguridad personal y familiar.