08/03/2019
POR LA REDACCIÓN
Eran las 8.00 de la noche del sábado 2 de marzo
2019, cuando después de un recorrido rutinario de seguridad implementado por
elementos de la policía comunitaria de Xaltianguis, sobre la carretera Acapulco
–México, se suscitó una serie de tiroteos, cuando los policías fueron atacados
desde el interior de la casa de la familia Hipólito. Tras repeler la agresión
se dio fe de un sicario que cayó abatido, y es señalado como gente que seguía
las ordenes de Ernesto Gallardo Grande comandante del "Sistema de Seguridad
y Justicia Ciudadana; (SSYJC) brazo armado de la Unión de Pueblos y
Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y grupo paramilitar del gobierno
del gobernador, Hector Astudillo. Este brazo armado desempeñó actividades
lícitas que van desde el cobró, secuestro, extorsión, abigeato, trata de
personas, entre otras. Este grupo unas horas antes del enfrentamiento, acababa
hacer su corte de caja y entregar el dinero a sus jefes de plaza; producto de
sus actividades ilícitas, ya antes mencionadas.
Tras el tiroteo, el convoy de los policías comunitarios de Xaltianguis se desplazó hacia la base comunitaria para parapetarse ponerse en guardia ante la emergencia de los hechos. A las 02:00 de la mañana del 03 de marzo del 2019; entro Ernesto Gallardo Grande con un grupo de aproximadamente 100 sicarios, quienes portaban armas de uso exclusivo del ejército, a su vez, arremetieron contra los 15 elementos de la policía comunitaria de Xaltianguis, los cuales de manera firme respondieron a la agresión, logrando abatir a varios sicarios y salir ilesos de dicho enfrentamiento. Siendo aproximadamente las 04:00 de la mañana, los sicarios de la UPOEG al quedarse sin municiones, se reagruparon y se llevaron a algunos muertos y heridos, emprendiendo la huida hacia la casa de la familia Hipólito, donde inicialmente se habían escondido.
Tras el tiroteo, el convoy de los policías comunitarios de Xaltianguis se desplazó hacia la base comunitaria para parapetarse ponerse en guardia ante la emergencia de los hechos. A las 02:00 de la mañana del 03 de marzo del 2019; entro Ernesto Gallardo Grande con un grupo de aproximadamente 100 sicarios, quienes portaban armas de uso exclusivo del ejército, a su vez, arremetieron contra los 15 elementos de la policía comunitaria de Xaltianguis, los cuales de manera firme respondieron a la agresión, logrando abatir a varios sicarios y salir ilesos de dicho enfrentamiento. Siendo aproximadamente las 04:00 de la mañana, los sicarios de la UPOEG al quedarse sin municiones, se reagruparon y se llevaron a algunos muertos y heridos, emprendiendo la huida hacia la casa de la familia Hipólito, donde inicialmente se habían escondido.
Tras estos hechos, los policías comunitarios de
Xaltianguis también se reagruparon y fortalecieron su posición y se dispusieron
a esperaron un nuevo ataque, pues ya la esposa de Ernesto había subido mensajes
a las redes sociales, donde Ernesto Gallardo Grande amenazaba con llevar a más
gente para reforzarse. Aproximadamente las 08:00 de la mañana llego en
camionetas blindadas de la UPOEG, el comandante de la comunidad de Ocotito José
Deiby Barrientos Salazar en apoyo al grupo de Ernesto Gallardo, los cuales al
atacar la posición de los guardias comunitarios inmediatamente tuvieron bajas
al mandar por delante a un grupo de jovencitos.
Alrededor del mediodía paro el enfrentamiento entre
los policías comunitarios de Xaltianguis y sicarios de UPOEG; ya que para esa
hora había comenzado a sobrevolar un helicóptero de la MARINA Y SEDENA. Minutos
más tarde fue entonces cuando entraron los gendarmes a restablecer el orden de
la comunidad. Una vez dentro, las autoridades federales desarmaron a varios
sicarios de la UPOEG, sin embargo, debido a negociaciones que hizo su dirigente
estatal, Bruno Placido Valerio, lograron la devolución del armamento, cosa que
aprovecho Ernesto Gallardo Grande para reorganizar a su gente y mando a exhumar
el cadáver una fémina del panteón de Xaltianguis, para poder presentarlo en la
casa del coordinador de la policía comunitaria del Xaltianguis, con la
finalidad de montar un cuadro de fosa clandestina; motivo por el cual la familia
afectada con dicha inhumación ya levanto las denuncias correspondientes.
A la fecha el saqueo de casas, la muerte de animales
exóticos y la posesión de bienes inmuebles, no se ha hecho esperar por parte
del grupo de la UPOEG, así mismo han realizado amenazas a maestros y maestras
de los planteles educativos para que los apoyen en la manutención de sus
sicarios. A 48 horas de la entrada de sicarios de la UPOEG a Xaltianguis han
logrado amedrentar a la población, torturaron frente a sus compañeros a un trabajador
de los moto taxis que operan en el lugar para crear la sicosis y tener de esa
manera el apoyo del transporte.